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Estancia de Jesús María - Museo Jesuítico Nacional

De vino y esclavizados en Jesús María

La Estancia Jesuítica, comprada por la Compañía de Jesús en 1618, se destacó por su producción de vino, sostenida por mano de obra esclava

La Estancia Jesuítica de Jesús María, comprada por la Compañía de Jesús en 1618 para sostener al Colegio Máximo de Córdoba, se destacó por la producción de vino. Desde su compra, los jesuitas aumentaron la cantidad de plantas de vid y a comienzos del siglo XVIII, construyeron el espacio de la bodega y los lagares donde se encontraban las piletas o lagares donde se depositaba el jugo de las uvas. Luego el líquido se trasvasaba a tinajas que se almacenaban en la bodega. El vino no siempre salía bueno y muchas veces se avinagraba. En Jesús María se produjeron dos tipos vino, uno común de mesa que se bebía en el Colegio Máximo de Córdoba y otras estancias como Alta Gracia o Candelaria, y otro llamado “lagrimilla”. 

En el Archivo General de la Nación (Compañía de Jesús, Sala IX, 6-9-5) el Área de Investigación de nuestro Museo halló un memorial sobre una visita que hace el entonces Padre Provincial José de Aguirre a la Estancia de Jesús María, el día 28 de setiembre de 1721. En dicho documento, la máxima autoridad de los Jesuitas en la Provincia Jesuitica del Paraguay, especifica algunas  medidas que se deberían tomar para el mejorar el funcionamiento de la estancia: el comportamiento de los religiosos durante sus visitas a las otras estancias, la ampliación de los aposentos, en la finalización de la ranchería donde viván las personas esclavizadas... En el punto 5º, señala un dato muy interesante que luego se corrobora con otros documentos de Jesús María: "Procúrese con cuidado reparar las fallas y llenar los vacíos que tiene la viña, que el principal renglón de la estancialo que sin dudas fue aplicado con decisión, aumentando considerablemnte: 

Con las ganancias producidas por el vino en 1732, la Compañía de Jesús de Córdoba ordenó la compra de más esclavos africanos varones para Jesús María, ya que en la estancia había demasiadas negras jóvenes y solteras. Las personas esclavizadas traidas de África eran una fuerza de trabajo indispensable para todas las estancias jesuíticas, por ello era esencial contar con mujeres y varones que se reprodujeran aumentando la cantidad de mano de obra esclava. De padres esclavizados nacían hijos que también eran esclavizados. De ese modo, la Compañía de Jesús evitaba tener que comprar los costosos esclavos, favoreciendo la vida familiar por razones morales y religiosas, y arraigándolos en la estancia ya que se evitó separar a las familias por ventas. Estas fueron estrategias de dominación y control que se usaron con los esclavizados, al tiempo que también existieron los castigos físicos y el cepo.