El informe llevado adelante por el Área de Resstauración de la Estancia de Jesús María - Museo Jesuítico Nacional detalló que tras varios años de labor se logró rescatar esta pintura que presentaba problemas en el soporte, es decir en la tela, y en la superficie, que dificultaban la apreciación de las imágenes.
Decidimos una restauración respetuosa pero con intervención masiva, debido al estado de conservación de la obra.
Durante la intervención debimos atender un importante deterioro en los recubrimientos y en la tela provocado por acumulación de orina y deyecciones de murciélagos a lo largo de muchos años. Posiblemente por esta misma causa de deterioro, que provocó la oxidación de la tela se adhirieron a la misma, en intervenciones anteriores, parches de grandes dimensiones, que evidenciaban la existencia de tajos y mermas en el soporte. También los recubrimientos presentaban una significativa alteración de la capa pictórica y el barniz, por causa de la orina de murciélagos y por el polvillo acumulado, ocasionándole a la obra la pérdida irreversible de algunas de las figuras que se encuentran en la parte superior del cuadro.
Tras una instancia de análisis ocular previa a la intervención, se realizó la documentación fotográfica y escrita necesaria para la elaboración del diagnóstico y la definición de los pasos a seguir en el proceso de restauración.
Se realizó una limpieza de la superficie para luego protegerla con un velado, que permitió el preparado del reverso de la tela para el entelado, mediante la remoción de los antiguos
parches y restos de adhesivos, la aplicación de injertos en las faltantes de tela, y los zurcidos de los tajos.
A continuación se montó nuevamente la tela al mismo bastidor acondicionado, para comenzar a trabajar en el anverso con el entonado cromático de los estucos, etapa en la cual actualmente se encuentra la obra.